Detección oportuna y tratamiento adecuado disminuye hasta 50% riesgos asociados a diabetes gestacional
Instituto Nacional de Perinatología desarrolla investigación clínica para reducir la incidencia de esta enfermedad, que se asocia a complicaciones como preeclampsia, nacimiento pretérmino y alteraciones del crecimiento fetal
Tres de cada 10 mujeres embarazadas atendidas en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, pueden desarrollar diabetes mellitus gestacional, prevalencia que dio pie a que se desarrollen programas de investigación para reducir esta incidencia y establecer intervenciones que reduzcan riesgos perinatales asociados, señaló la coordinadora del Departamento de Endocrinología de este instituto, Nayeli Martínez Cruz.
La especialista precisó que esta condición se abordará en la 36 Reunión Anual “Vínculos internacionales y fortalecimiento del INPer”, a realizarse del 18 al 21 de abril, ya que se ha encontrado que la detección en el primer trimestre, los cuidados y la práctica de hábitos saludables disminuyen entre 30 y 50 por ciento el número de casos de diabetes en el embarazo y evita complicaciones para la madre y su hija o hijo.
Recordó que la diabetes gestacional es un padecimiento asintomático, el cual se detecta con un tamizaje entre las semanas 24 y 28 de embarazo, a través de una carga de glucosa oral seguida de la medición de glucosa en sangre en distintos tiempos.
Esta enfermedad, durante el embarazo puede ocasionar complicaciones como preeclampsia, nacimiento pretérmino, ruptura prematura de membrana, mayor cantidad de líquido amniótico o alteraciones del crecimiento fetal y después del parto, la mujer puede permanecer con alteraciones de la glucosa como prediabetes o diabetes.
En el recién nacido, de una madre que cursó con diabetes gestacional, puede tener peso inadecuado, desarrollar hipoglucemia neonatal (disminución de los niveles de glucosa) y presentar problemas respiratorios al nacimiento.
Ante ello, enfatizó que las mujeres con diabetes gestacional requieren mayor vigilancia médica durante y después del parto, en comparación con quienes tienen un embarazo normal, ello, acompañado de la necesidad de medición de los niveles de glucosa en sangre antes y después de ingerir alimentos.
Las mujeres que se embarazan en peso normal pueden aumentar de 12 a 16 kilos durante la gestación, pero quienes inician con exceso de peso, se sugieren sólo entre 5 y 9 kilos, ya que la diabetes gestacional ocurre por una mayor glucosa en sangre, provocada por los cambios hormonales y metabólicos en mujeres con factores de riesgo adicionales.
Las mujeres con mayor propensión son aquellas que son mayores de 30 años, con sobrepeso y obesidad antes de la gestación, prediabetes, resistencia a la insulina, diabetes mellitus gestacional en un embarazo previo o antecedentes familiares de diabetes en primer grado.
Después del parto, 10 por ciento de las mujeres permanecerán con diabetes mientras que 90 por cierto restante regresará a tener niveles normales de glucosa, por lo que es importante realizar nuevos estudios de glucosa dentro de los primeros tres meses del alumbramiento para detectar a aquellas mujeres que necesitarán mantener los cuidados después del parto, ya que incluso, de tres a 10 años después del alumbramiento, existe el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por el hecho de haber tenido diabetes gestacional.