Edificios restaurados en la unidad Matlacóatl, Azcapotzalco vuelven a ladearse
Veintitrés edificios de la unidad Matlacóatl fueron rehabilitados después del sismo de 2017, pues sufrieron inclinaciones.
Ahora, tres de ellos, los B-10, B-11 y D-5, volverán a ser intervenidos para corregir nuevas inclinaciones, ya que ello tiene que ver con una grieta que llega desde la contigua Alameda Norte, explicó a los habitantes la empresa que hizo la rehabilitación anterior.
En el edificio B-9 y B-12 Pro-Gpic & Bros S.A. de C.V. hizo una rehabilitación que consistió en colocar anclas a cada lado de los edificios, pero en el B-10 y B-11 se optó por inyectar una mezcla bajo los edificios.
Veintitrés edificios de la unidad Matlacóatl fueron rehabilitados después del sismo de 2017, pues sufrieron inclinaciones.
Ahora, tres de ellos, los B-10, B-11 y D-5, volverán a ser intervenidos para corregir nuevas inclinaciones, ya que ello tiene que ver con una grieta que llega desde la contigua Alameda Norte, explicó a los habitantes la empresa que hizo la rehabilitación anterior.
En el edificio B-9 y B-12 Pro-Gpic & Bros S.A. de C.V. hizo una rehabilitación que consistió en colocar anclas a cada lado de los edificios, pero en el B-10 y B-11 se optó por inyectar una mezcla bajo los edificios.
“En nuestros edificios, en lugar del anclaje hicieron unos agujeros, alrededor de 18, y se inyectó supuestamente una mezcla para mejoramiento del suelo; nos decían que ya no se iban a mover los edificios, que la Alameda Norte iba a subir y bajar de nivel, pero nosotros íbamos a estar bien, pero no fue así”, dijo Cuauhtémoc Flores, habitante del B-10.
“Yo siempre estuve insistiendo en que también necesitaban anclaje para prevenir lo que está pasando”.
Al pararse frente al edificio B-10 se percibe a simple vista que está inclinando hacia atrás, se ve el desfase con respecto al B-9.
Cuauhtémoc, quien vive en el cuarto piso, mostró cómo la separación que hay entre el cubo de las escaleras y el edificio B-10 se incrementó en 8.5 centímetros desde que la empresa terminó la rehabilitación, en enero del 2022, por lo que hay una lámina en cada piso para que las personas puedan cruzar sin riesgo de caer.
Dentro del departamento se observa cómo al abrir una puerta ésta se azota contra la pared debido a la inclinación. Al colocar una pelota al inicio de la sala ésta se va hasta la ventana que da a la Alameda Norte y el agua de la regadera ya no cae en la coladera, sino más lejos.
Omar Bravo, administrador del bloque B de la Unidad Matlacóatl, expresó que desde enero de este año les informaron a ingenieros de Pro-Gpic & Bros S.A. de C.V. lo que estaba pasando y éstos les pidieron que esperaran a la revisión topográfica que estaba programada para abril pasado.
El viernes pasado tuvieron una reunión vía Zoom con el ingeniero José Nolasco, representante legal de la empresa y con la comisionada para la Reconstrucción, Jabnely Maldonado.
“Nos explicaron los de la empresa que se movieron los edificios porque el terreno de la Alameda (Norte) es el que está dando problemas y van a intervenir los edificios, les van a poner micropilotes”, explicó Bravo.
El ingeniero Nolasco expuso a este diario que “en esa zona hay una grieta en la Alameda Norte. Los edificios se habían comportado adecuadamente según el historial de nivelaciones que tenemos. Hoy hay indicios de que pueden tener un comportamiento no deseado a largo plazo por ese efecto”.
Sobre la nueva intervención en los edificios B-10 y B-11, Nolasco detalló: “Vamos a incluir micropilotes y una subexcavación vertical”. Agregó que en el D-5 “seguramente haremos un proceso parecido”.
Los micropilotes permiten cimentar los edificios en un estrato resistente del suelo.
Bravo adelantó que solicitarán a las autoridades que se haga un estudio del suelo de la Alameda Norte y se proponga una solución de fondo al problema.