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Delinean las raíces en casos de búsqueda

La Ciudad de México es la segunda Entidad federativa con el mayor número de desapariciones; la cuarta por cada 100 mil habitantes

En el primer semestre del año, la Ciudad de México fue la segunda entidad con la mayor cantidad de personas desaparecidas, con mil 027 casos, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED).

Es la cuarta con la mayor tasa de personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes, con 11.15%; muy cerca del segundo y tercer lugar, que son Quintana Roo y Sonora, con tasas de 11.66% y 11.56%, respectivamente.

De acuerdo con investigadores y expertos, ello responde a que se ha exacerbado la lucha entre grupos criminales y con delitos como la trata.

«No hay una sola explicación a las desapariciones, pero la causa subyacente más importante tiene que ver con disputas territoriales entre organizaciones locales, particularmente la Unión Tepito y la Anti-Unión, y con la presencia de nuevas organizaciones en la capital del país, particularmente el Tren de Aragua y una campaña de expansión territorial muy agresiva”, dijo Armando Vargas, doctor en Ciencia Política y Coordinador del Programa de Seguridad de México Evalúa.»

Detalló que el Tren de Aragua se ha concentrado en confrontar a bandas criminales locales que se dedican a delitos como el cobro de piso y la trata en zonas donde antes no había presencia de la Unión Tepito o la Anti-Unión:

«La consecuencia es que ahora esos dos grupos han tenido que confrontar (al Tren de Aragua) para detener su avance en esas zonas y esto lleva a que se apliquen mecanismos de exterminio y desaparición de cadáveres”.

Vargas explicó que en México Evalúa comenzaron “a registrar enfrentamientos más violentos entre civiles armados con el inicio de la nueva administración (…) y donde podemos captar estos registros es en la zona centro de la ciudad.

«Pero también hay otras zonas que se han visto afectadas y tiene que ver con la explotación de ciertos mercados criminales, como el de la explotación sexual y la trata, que han sido de interés para el Tren de Aragua”, explicó.

Detalló que aunque la violencia se ha concentrado en colonias como Centro, Morelos y Peralvillo, también se han dado ejecuciones en la Valle Gómez: “Es una zona donde está un cartel local que el Tren de Aragua busca capturar, entonces digamos que la violencia va expandiéndose territorialmente”.

Vargas expuso que también explica parcialmente las desapariciones el manejo de las cifras. Recordó que el último reporte que emitió México Evalúa, con datos de enero a mayo de 2025, mostraba 375 homicidios dolosos registrados, 910 personas desaparecidas y 518 víctimas de otros delitos contra la vida. Fue un reporte elaborado con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacion a l d e Seguridad.

«Este comportamiento muy inusual, anómalo, de que haya casi 300% más desapariciones que homicidios hace que se ponga sobre la mesa la hipótesis de la posible manipulación directamente de los datos, en donde para disminuir la cifra de homicidios, que políticamente es la más rentable y la que el oficialismo presume (por su reducción), pues los muertos se clasifiquen en otras categorías, como desapariciones y víctimas de otros delitos”, dijo.

Elena Azaola, experta en políticas de seguridad y centros penitenciarios, e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), consideró que detrás de las desapariciones en la Ciudad de México “lo que estaría por un lado es el crimen organizado para el reclutamiento de jóvenes, varones; reclutamiento para sus filas y (desaparición) de las chicas claramente para explotación sexual, porque hemos visto que las redes de trata continúan captando víctimas”.

Planteó que otro elemento que explica las desapariciones es “la descomposición social tan brutal que permite, por ejemplo, que agarren a las chicas, las maten, las desaparezcan y ( . . . ) queden en la impunidad: lo hacen porque pueden hacerlo, porque no hay consecuencias. Es raro que detengan a la gente y es raro que la Fiscalía investigue bien los casos y dé con los responsables”.

Andrea Horcasitas, coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, dijo que a partir de que han otorgado acompañamiento legal y respaldo a familias de personas desaparecidas desde 2020, han encontrado que el grueso de casos de niñas y adolescentes desaparecidas tiene que ver con trata y también han ubicado casos de varones que fueron reclutados con engaños para cometer delitos para grupos criminales.

«Nosotras hemos acompañado casos de trata de personas de niñas desde 12 y 13 años. Uno de los casos en el que acompañamos a una familia fue el de una niña a la que engancharon vía redes sociales. Existen estructuras complejísimas operando para enganchar menores de edad”, explicó.

Los grupos criminales tienen personas destinadas a contactar a las víctimas vía redes sociales: “Se aprenden la estructura familiar, investigan si son jovencitas que están solas, o no, si son madres solteras o no, tratan de enamorarlas, y después las citan en un lugar, llegan por ellas en una camioneta y las trasladan fuera de la ciudad”.

Detalló que en algunos casos las llevan al Estado de México, Tlaxcala o Morelos.

Horcasitas explicó que los grupos criminales suelen usar menores de edad para enganchar a sus víctimas: “Tuvimos un caso de un adolescente de 17 años que enganchó a una niña de 12 años y al llevar la denuncia estaba el riesgo de que no se le podía imputar nada (…) A la menor sí la localizamos con vida, pero después de mucha presión a las autoridades”.

También han detectado casos en los que grupos criminales reclutan varones adolescentes, mediante falsas ofertas de trabajo. “No sólo existe el reclutamiento con la intención de incorporarlos a las bandas criminales locales, sino también está relacionado con reclutarlos para que cometan crímenes. Sabemos de personas a las que reclutaron y los asesinaron muy rápido”.

Sobre el desempeño de la Comisión de Búsqueda, Horcasitas expresó que aunque la coordinación entre los titulares de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Fiscalía General de Justicia y la Comisión de Búsqueda ha mejorado, “eso no quiere decir que a nivel de trabajo en campo la Policía de Investigación y los antropólogos de la comisión trabajen de manera colaborativa; todavía hay un área de oportunidad en materia de coordinación, de capacitación y de reestructura”.

Explicó que muchas veces “la unidad de análisis de contexto de la Comisión de Búsqueda no opera a la par de la búsqueda inmediata, no se le da prioridad (…) Lo que termina pasando muchas veces es que a la unidad de análisis de contexto le pasan todos los casos en los que ya no tienen líneas de investigación”.

Vargas consideró que “hay una ausencia de capacidades institucionales, procedimientos inmediatos y recursos de la Comisión de Búsqueda y otras instituciones con las que tiene que coordinarse”.